domingo, 15 de agosto de 2010

Blackpool y cinco tonterías más de la jornada Premier


A la espera de la actuación postrera del Manchester United y el Newcastle, los protagonistas de la jornada visten de naranja y acaban de cambiar un camerino mugriento por los focos. Tras 39 años largos años y 90 minutos de preparación. Hablo del Blackpool. En inesperado número, los condenada troupe de Ian Holloway ha vencido al miedo escénico para despachar un show sensacional. Olly (así se conoce popularmente al socarrón que lleva los mandos por allí) se ha pasado la pretemporada con el dedal y la aguja en ristre. Frunció con finura los parches de urgencia (un Harewood tan excepcional como inusitado en el debut) y ha cosido las suficientes lentejuelas en la chaqueta del debutante para que brille como es debido. Una oda al trabajo bien hecho, rapidez al corte y soltura en el pase trajeron como resultado el 0-4 al Wigan y una pregunta flotando en la grada de Bloomfield Road ¿Por qué no podemos jugar siempre contra éstos?


1. La pista principal del Circo  Premier estaba reservada para el sábado a nombre del Liverpool y el Arsenal. Con la expectación por ver la pinta del nuevo Liverpool de Hodgson ronroneando bajo la carpa, el equipo aceptó el reto y estuvo a punto de ganar la apuesta. Fútbol intermitente y los desajustes propios de la fecha en curso fueron moneda común en la sesión de Anfield. Los dos conjuntos estuvieron grises apenas se supo que los que tenían que hacer de antorcha en la oscuridad, Joe Cole y Nasri, tenían la mecha muy corta. Naufragaron los dos en la tarea de iluminar al resto (contribuyendo notablemente a la causa un insípido Arshavin) y el juego se resintió demasiado. Joe Cole fue además expulsado por propinar una patada absurda a Koscielny redondeando su triste faena. Sin embargo y contra todo pronóstico, el Liverpool creció al menguar en número. Con todo en contra y las únicas cartas de un Gerrard entonado y la rapidez al corte casi obtienen los tres puntos a través de un buen disparo de David Ngog. Tan sólo la insistencia final de los gunners y un gol tan postrero como rocambolesco permitieron a los de Wenger rebañar las migajas.


2. Manchester City y Tottenham, rivales por el pasaporte europeo en el pasado curso y eternos aspirantes a algo más, empataron a nada en White Hart Lane. Pudo ganar el Tottenham, evidenciando que necesita pólvora arriba (suena Bellamy por cierto), y debieron perder los celestes, poniendo sobre la mesa obscenamente las mismas carencias creativas que llevan arrastrando desde el comienzo de la pretemporada. Aunque visto lo visto, es el City quien más gana con el empate. Punto es punto que diría el otro y más en terreno minado como es The Lane. La figura del día, curiosamente en dos clubes a los que las libras para comprar juego les rebosan por la junturas, fue un portero. Joe Hart respondió con creces a la confianza de Mancini (Given parece relegado ahora) y a los que le ven como titular obligado en la selección.


3. El gol de la jornada, de momento, se apareció de la nada en Molineux. Desoyendo cualquier manual de ortodoxia y con el manual de estilo de Matt Le Tissier aprendido de carrerilla, David Jones adelantó al Wolverhampton con una variante del tiro libre tan extravagante como maravillosa. En un saque indirecto, recibió del compañero en cortito, toco con finura para elevar el balón lo justo y empalmó violentamente a bote pronto. De la bota a la escuadra izquierda del portero del Stoke.  El galés del Wolves, que a diferencia de Le Tissier es un trotamundos del fútbol, le pega a la pelota con la misma inspiración. Los puntos acabaron en el bolsillo local (2-1)



4. Seguro que todos recuerdan a Roberto Di Matteo, el buen pelotero que impulsó al Chelsea en los 90. Todos excepto Didier Drogba. Debutaba el suizo en Primera a los mandos del West Bromwich Albion y los inquilinos de su antigua casa le llenaron el saco. El delantero marfileño estuvo a la cabeza de la tunda desmemoriada con tres dianas. Soplando y soplando los nubarrones negros del Mundial y de una pretemporada discreta, los que mandan en el Chelsea (Drogba, Malouda y Lampard) se han puesto manos a la obra para comenzar el presente curso tan afilados como acabaron el pasado. 6-0 (tres de Drogba, dos de Malouda y uno de Lampard) Y menos mal que no fueron más, pensará cualquier aficionado cabal del West Brom.


5. Acabo con la astracanada de la jornada. Esa que coloca a Diego Armando Maradona en el banquillo del Aston Villa como recambio de Martin O’Neill. Por lo visto ha sido el representante del astro eterno, Walter Soriano, el que ha descolgado primero para ofrecer los servicios de su cliente a los villanos. El caso es que, amantes como somos en esta casa de la anomalía juerguista en la liga inglesa, no imaginamos a DAM afrontando con seriedad una empresa de tal calibre. “Sería muy feliz en Inglaterra, especialmente en un gran club como el Aston Villa. Si el dueño Randy Lerner quiere hacerle una oferta en firme, estoy seguro de que obtendría una respuesta positiva por nuestra parte”, declaró el comerciante en una mezcla imposible e impagable de sinceridad naíf y el vendehumismo tradicional.


Fotografía | premierleague.com




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