viernes, 6 de agosto de 2010

Gran Morán

Al contrario de lo que se podría esperar, mi presencia en la popular red social “Facebook” no tiene como fin establecer relaciones con un grupo de amigos. En una decisión sin precedentes y que escapa en parte a la lógica, cada viernes elimino una conexión de mis contactos. La idea es que pasado un tiempo sólo quede uno. Igual que en la Copa de Inglaterra. Es lo que se conoce como “Gran Morán”, en clara alusión al más popular de los realities televisivos. La verdad es que no puedo negar que con el paso del tiempo me he ido aficionando a este particular sacrificio semanal y no titubeo a la hora de responder afirmativamente cuando el sistema me formula la pregunta acerca de si estoy seguro de querer borrar a una determinada persona de mi lista de conocidos. Sin embargo, a pesar de esto y de regodearme con el acto en sí de la ejecución habiendo creado una página de fans en la propia herramienta para que los expulsados puedan seguir el desarrollo del concurso, hay ciertas ocasiones en las que sufro por ello.

Hablo de esas veces en las que Dani Pacheco, uno de los jugadores de mayor calidad en la plantilla del Liverpool y colega virtual en la red social de marras, se enfunda la elástica roja y hace de las suyas sobre el verde de Anfield (tal como sucedió, por ejemplo, en nuestra victoria por dos a cero ante el Rabotnicki). Pienso entonces que puede llegar el día en que este vínculo deba romperse y eso es algo que me angustia sobremanera. De todos es sabido que Pachequito despierta el interés de muchos equipos y podría darse la triste circunstancia de que abandonara el club en un momento dado. Es el claro favorito para ganar mi absurda competición pero resulta obvio que, llegado ese caso, perdería su privilegiada condición de futuro vencedor (la cual, dicho sea de paso, pasaría casi con total seguridad a Suso Fernández, otro figura que tenemos por Melwood). La cuestión entonces consistiría en averiguar si sería más traumático para el jugador cambiar de estatus en el juego o para mí verle salir por la puerta de The Kop. Espero no tener que resolver esa duda nunca.

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