Me encontré con la falsa réplica en miniatura del trofeo de la Premier League en el suelo de mi oficina durante el periodo vacacional comprendido entre el cierre de la campaña 2009/2010 y el comienzo de la 2010/2011. Andaba yo hablando con mi compañera Rocío de alguna mandanga publicitaria de esas que nos ocupan el día a día cuando lo vi, tirado bajo una estantería y lleno de polvo. No dudé en rescatarlo de su estado de abandono y llevarlo a casa para restaurarlo y colocarlo en la mesilla de noche, junto a la foto de Bill Shankly en Saint George Hall. Desde entonces, cada vez que me despierto prolongo mis sueños por un instante, aunque sea con los ojos abiertos, imaginando a Gerrard levantando la copa en mayo. Es entonces cuando me embriaga una agradable sensación de felicidad que me anima a comenzar la jornada con buen ánimo y cierto espíritu.
O al menos era así hasta que Reina, en una jugada desgraciada tipo la del balón de playa que nos arruinó aquella tarde de Sunderland, se hizo un autogol en el debut liguero ante el Arsenal cuando ya contábamos tres puntos en nuestro casillero tras ochenta y nueve minutos de mantener la puerta a cero. Porque ahora miro la minicopa y no dejo de pensar que la tarea que soñaba es imposible y que más vale olvidarse, que es mejor pasar un año tranquilo y esperar a que cambie la suerte. Y por qué no decirlo, aprovechar, ya que estamos, para retirar el objeto de los elementos decorativos del hogar, cosa que alegrará enormemente a María.
O al menos era así hasta que Reina, en una jugada desgraciada tipo la del balón de playa que nos arruinó aquella tarde de Sunderland, se hizo un autogol en el debut liguero ante el Arsenal cuando ya contábamos tres puntos en nuestro casillero tras ochenta y nueve minutos de mantener la puerta a cero. Porque ahora miro la minicopa y no dejo de pensar que la tarea que soñaba es imposible y que más vale olvidarse, que es mejor pasar un año tranquilo y esperar a que cambie la suerte. Y por qué no decirlo, aprovechar, ya que estamos, para retirar el objeto de los elementos decorativos del hogar, cosa que alegrará enormemente a María.
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