domingo, 25 de julio de 2010

Raúl puso a España en el mapa

Guillermo G. Uzquiano, experto en fútbol internacional de Digital+, nos ofrece su punto de vista sobre el adiós de Raúl al Real Madrid, que se escenificará con un acto en el palco de honor del Santiago Bernabéu este lunes a las 13:00.


Se va Raúl. Creo que es una noticia que no dejará indiferente a nadie. Pero quizás lo sentimos más quienes somos de su quinta y hemos ido viviendo una especie de trayectoria paralela. En mi caso, empecé a trabajar como periodista cuando él debutaba en el Madrid y, viviendo además en la misma ciudad, siento su carrera más cercana que la de ningún otro futbolista.


Poco después me tocó pasar un tiempo en Italia y, cuando la gente descubría que era español, el comentario era siempre parecido: “¿Spagnolo? Ah, come Raúl”. Me viene a la cabeza ahora para valorar su repercusión. Era un momento en el que el deporte español no vivía los éxitos actuales y, de alguna manera, su aparición situó a nuestro país en el mapa. La generación actual ha ganado una Eurocopa y un Mundial y varios de sus jugadores tienen más calidad individual que Raúl. Pero el 7 blanco representó a un solo jugador tirando de un país entero, batiendo récords en la Champions y peleando por los máximos galardones individuales. Por ello, y aunque ahora sonará impopular, me atrevo a decir que Raúl me parece el futbolista español mas importante de la historia.


Mas allá de los colores de cada uno, creo que Raúl despierta unanimidad: ha sido un profesional intachable. Su marcha coincide con la de Guti, que siempre ha generado mucha más controversia, casi hasta el punto de tener que ponerse a un lado u otro de la raya: genio incomprendido o rebelde indisciplinado e inconstante.


Eran lo más parecido aquí a lo que en Inglaterra llaman ‘one-club man’, parecía que ambos se retirarían de blanco. En los últimos tiempos su relevancia en el equipo había disminuido pero siempre estaban presentes. El debate en los bares en los segundos tiempos era si Guti vería el hueco que nadie encontraba o si debía entrar Raúl para aprovechar su oportunismo. Creo que Mourinho -según declaró, le gusta trabajar con jugadores veteranos- les hubiera sacado partido, pero ellos han decidido probar una experiencia en el extranjero antes de su retirada.


Es debatible si con estas ausencias el Madrid mejorará o empeorará desde el punto de vista futbolístico. Lo que es innegable es que perderá a dos figuras importantes en su vestuario. Tras Casillas y Ramos, el tercer jugador con más antiguedad en el club será Mahamadou Diarra, que llegó en el verano de 2006, meses antes que Gago, Marcelo e Higuaín. Esos serán ahora los veteranos del Madrid, los encargados de poner orden o dar una voz en la caseta cuando vienen mal dadas.


Cada vez conocemos más de los entresijos de un equipo de fútbol: lo que hacen los jugadores fuera del campo, lo que se dicen dentro del mismo… Lo único que permanece inviolado es la intimidad del vestuario. Y ahí se cuecen muchos de los éxitos o fracasos de un equipo. Creo que todos nos imaginamos a Raúl dando ánimos, consejos y broncas casi al mismo nivel del entrenador de turno. Esa figura queda ahora desierta. ¿Podrá Mourinho asumir también esa laguna?




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